Esa fotografía

Sin buscar nada, hallé esa fotografía que tome hace una vida atrás, para entrar en contexto; una tarde estaba con una mujer la cual amaba hasta lo mas profundo de mi ser, en ese momento no sabia que podía almacenar tanto amor, son esas sensaciones o sentimientos que las puedes concientizar solo cuando pasan los años y ves por el retrovisor, nos sentamos frente a frente en una mesa de algún restaurante y solo nos veíamos el uno al otro, teníamos una sonrisa tonta en nuestras caras, ese tipo de sonrisa que se dibuja sola y sin sentido aparente, no recuerdo que hablábamos o pensábamos, yo solo saco de mi bolsillo derecho del pantalón mi celular y abro la cámara, y ella al verme solo se queda sonriendo, yo solo apunto y clic!, se crea la imagen que por mucho mucho tiempo va a adornar mis fondos de pantalla y que quedará grabada en mi subconsciente como una obra de arte ocasional y espontanea.

Cuando volví a encontrarme con esta fotografía solo sentí lo que me producía verla en aquel momento, era felicidad, alegría, ganas de vivir, ganas de seguir amando y sentirme amado, también recordé el sufrimiento que me daba verla cuando ya todo había acabado, la perdida del amor y la desesperanza, la desolación de verse ausente y vació. Solo esa fotografía podía hacerme sentir tantas cosas diferentes. 

Hoy vuelvo a ver la fotografía y solo me llega un sentimiento. Gratitud! y es que viendo lo vivido solo queda dar gracias por la oportunidad de amar y sufrir, creo que todos tenemos esas oportunidades pero poco las valoramos, veo que el común denominador en las personas con en esas relaciones apasionantes cuando terminan, son de nostalgia o resentimiento, en mi caso solo queda dar gracias, gracias por haberla vivido. 

Mi querida Edith Piaff suena en mi mente al terminar de escribir esto, Je ne regrette rien